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Un incendio de gran magnitud ocurrió la primera semana de octubre y dejó casi 800 personas damnificadas en la Isla de Guanaja, ante esta situación UNFPA desplaza a su equipo humanitario de respuesta a la emergencia de salud sexual y reproductiva al municipio, de forma que pueda realizar un diagnóstico rápido sobre el estatus de los servicios esenciales en SSR y salud materna y a la vez apoyar a la red de salud de Guanaja para acercar estos servicios especialmente las atenciones en Planificación Familiar y atenciones prenatales y así contribuir a la prevención de muertes maternas prevenibles. 

Con el fin de priorizar a las mujeres embarazadas, que en momentos de emergencia no se convierten en prioridad, el equipo del UNFPA, liderado por la asesora en salud reproductiva, Silvia Padilla llegaron al cayo (zona afectada por el incendio), Según Padilla hicieron presencia en el municipio por la solicitud del director municipal de salud, el doctor Keith Humpreys, quién le manifestó que por la insuficiente cantidad de personal en salud asignado al municipio, todos ellos estaban priorizando la atención de las personas afectadas directamente por el incendio.

Marlen Pagoada, de la comunidad de North East, camina dos horas para llegar al centro de salud, llegó a la brigada en salud reproductiva que realizaba el UNFPA, según ella, ojalá esta brigada la hubieran traído antes de la pandemia, cuando empezó la COVID.19, salieron muchas mujeres embarazadas, “a veces nosotras no queremos tener relaciones sexuales con nuestros maridos, solo por miedo de no salir embarazada de nuevo”.

Juliana López de Savannah Bight, explicó que a veces cuesta poder venir al centro de salud a buscar las pastillas anticonceptivas, pues llegar allá le puede llevar hasta tres galones de combustible, es por esa razón que se encuentran muchas mujeres en la isla sin hacer uso de ningún método anticonceptivo.

La población de Guanaja tiene un estimado de seis mil habitantes, cuenta con dos establecimientos de salud de primer nivel, uno en el cayo Bonacca y otro en Savannah Bight, ambos establecimientos atienden a unas 100 embarazadas de las cuáles unas 23 son adolescentes. Los partos en su mayoría son atendidos en casas con parteras empíricas o son derivadas a Roatán o Trujillo pues no se cuenta con un espacio adecuado para la atención de partos.

En este complejo contexto, UNFPA suma esfuerzos para fortalecer las capacidades y asegurar la continuidad de los servicios de salud sexual y reproductiva. El énfasis se ha establecido en garantizar la salud materna en establecimientos del primer nivel de atención y en hospitales priorizados, especialmente en los municipios que tienen un nivel de afectación mayor por la pandemia de COVID-19 o que se encuentran en estados de emergencia.